martes, 21 de mayo de 2013

METERSE EN LA BOCA DEL LOBO. Quiong Garcia.

En un pueblecito de los alrededores de Madrid, hace algunos años vivía una
niña a la que le pasó un triste suceso. Se llamaba Carmencita.
Carmencita es una niña de 10 años. Tiene el pelo castaño, rizado y corto. Era
alta para su edad y muy delgadita.
Un día su madre, una chica de 30 años, con el pelo como Carmencita, alta y
delgada, le dijo:
- Ve a ver a tu madrina que vive en el medio del bosque, por que es pintora y así puede llegarle la inspiración para los cuadros. Tu madrina se ha constipado y no pude salir a por medicinas y me ha llamado para que le lleves las medicinas.
- Yo no quiero ir. He quedado con Cecilia para dar una vuelta por el pueblo.
Carmencita se escapó y se escondió entre los arbustos del bosque ya que su
casa estaba allí al lado.
Iba a pasar por el bosque porque Cecilia vivía en una casa al otro lado del
bosque y ella fue en su busca.
El bosque se llamaba la ‘boca del lobo’ ya que había una cueva en la que vivía
una jauría de lobos y la cueva de lejos parecía una boca enorme formada por
las plantas y arbustos de por allí.
Carmencita se metió en la boca del lobo porque no sabía que había lobos.
Se adentró en la cueva, estaba obscuro y de repente salieron unos cuantos
lobos. Se asusto tanto que cas gritó pero por suerte no lo hizo. Ella vio y una
gran grieta y se escondió en ella, tenía una gran profundidad y parecía más un
camino estrecho que conducía a una cámara. Ella siguió el camino hasta ver una pequeña luz. Allí se dio de frente con un lobo, con una boca muy grande y unos afilados dientes, tuvo mucha suerte de que ese lobo estaba dormido, pero de repente oyó muchos aullidos, ella se estremeció y no sabia que hacer. Estaba tan nerviosa que no supo donde esconderse. El lobo roncó y ella se dio cuenta de que el lobo tenia algo brillante que le llamo la atención, como no sabía qué hacer en ese momento, sigilosamente entro en su boca a coger ese objeto, pero de repente el lobo cerró la boca y se quedó atrapada dentro de ella. Ella chillaba pidiendo auxilio pero el lobo se la tragó.
Su madre buscando y buscando no la encontró, entonces llamo a todos los
cazadores que pudo y les pidió ayuda. La madre de Carmencita pensó, y
entonces dijo que solo quedaba un lugar dónde buscar, ‘la boca del lobo’, y lo
dijo tristemente.
Ahora cuando le preguntan por su hija ella dice tristemente:
-Se metió en la boca del lobo.

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