martes, 21 de mayo de 2013

LA LIEBRE, LA TORTUGA Y EL GATO CON BOTAS. Javier Gómez

En un pequeño país, vivía una liebre que se creía muy rápida porque nadie se atrevía retarla a una carrera, ya que todos los que habían competido en una carrera contra ella habían perdido sin remedio. Un día vio a una tortuga y empezó a reírse de ella diciendo:
-¡Eh, tortuga no corras tan rápido, te podrías cansar!
A lo que la tortuga contestó:
-Puede que tú te creas muy rápida pero yo lo que creo es que no eres más que una liebre presumida y maleducada que no dice más que mentiras.
La liebre rabiosa y enfadada retó a la tortuga a una carrera:
-Te reto a una carrera y si gano dirás que yo soy la más rápida de todo el país.
-¿Y si gano yo?
- Me iré por siempre jamás de este de este reino.
-De acuerdo.
La tortuga sabia de sobra que hacer. Se fue a visitar a su buen amigo el gato con botas,
y le pidió que la ayudara a ganar la carrera:
-Por favor, ayúdame a ganar la carrera.
-De acuerdo, te ayudare como amiga mía que eres.
-Muchísimas gracias gato.
El día de la gran carrera el gato con botas se colocó en la mitad del recorrido con un puesto de bebidas para los corredores. Cuando la liebre pasó por el puesto le dijo:
-Déme una, señor gato.
-(Cogiendo un pequeño frasco de pastillas para dormir el gato metió algunas dentro y se la dio)
-Muchas gracias.
La liebre se bebió el refresco con las pastillas dentro y se quedo frito al instante.
La tortuga llegó a la meta y gano la carrera. Cuando la liebre despertó, al verse tan adormilada enseguida se dio cuenta de que había caído en una trampa.
-¡Que se han creído esos dos, esto no quedará así!
La liebre se encaminó hacia el castillo del Marqués de Carabas donde estaba seguro que encontraría al gato y la tortuga.
Desde el castillo se divisaba casi todo el reino del Marqués de Carabas y en lo alto de una torre se encontraban el gato y la tortuga, divisando el horizonte ya que estaban seguros de que la liebre al sentirse derrotada y humillada clamaría venganza.
-¡Ay gato, estoy un poco asustada! ¿Qué crees que nos hará la liebre?
-¿Esa liebre presumida? Nada, nada, no te preocupes. Tengo un plan bien trazado para ella....
-¿Cuál?
-En este castillo vive un ogro que está apresado en las mazmorras, en la pared hay un pequeño agujero por el cual la liebre se colará porque no hay otra forma de entrar y allí estará el ogro esperándola... ¡Ya veremos cómo se las apaña!
Dicho y hecho, la liebre al ver que no había forma de entrar al castillo, se dispuso a rodearlo para buscar algún hueco por el que entrar, ¡y cuál fue su alegría al encontrar uno!
Entró por él, estaba muy oscuro....
-¿Quién osa molestar al ogro que habita este castillo?
-¿Que habita este castillo? Yo no diría tanto, por lo que veo estas en una mazmorra.
Seguro que a ti también te ha ganado ese gato repelente.
-¡Gato, gato! No puedo ni oír su nombre, ¡no lo menciones o te comeré!
-¿Tu comerme a mí? ¿No sabes que soy la liebre más rápida de todo el reino?
-¡Y yo puedo convertirme en cualquier cosa!
-¡Ha, si pudieras convertirte en cualquier cosa ya habrías escapado de aquí!
-¡No puedo salir, si me convierto en ratón y salgo el gato me comería!
-Yo no me creo nada de eso que dices....
-¿Que no me crees? Me convertiré y ya verás...
El ogro se convirtió en un fiero león, y la liebre asustada se puso a correr tan rápido como podían sus patas, pero de un salto el león aterrizó sobre ella y de un bocado se la comió.
-La verdad, no había probado tan exquisito bocado hace tiempo, ¿y si la liebre ha entrado por ese agujero y el gato no la ha atacado, será porque el gato no está en el castillo?
El ogro decidió transformarse en un diminuto ratón y por fin se atrevió a salir por el agujero de la pared, pero cuando ya se sabía libre, el gato saltó sobre el al igual que el león se comió a la liebre, dándose un festín.
-¡Tortuga, amiga mía ya puedes salir!
-¡Ya no hay liebre, ni ogro! ¿Pero qué ocurrió con el ratón?
A lo cual respondió el gato:
-¡Hacía tiempo que no había probado tan exquisito bocado!

2 comentarios:

  1. Me ha gustado porque es entretenido y gracioso, ya que me lo imagino me rio bastante

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  2. Ya es muy original, pero para que lo fuera un poco más yo intercambiaría los papeles de la liebre y la tortuga.

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