Una mañana de verano dos niños encontraron en la orilla de la playa una botella de cristal. Uno de los niños la abrió y dentro se encontraba un pequeño papel lo observaron atentamente y se dieron cuenta que era un mapa del tesoro pero estaba lleno de pistas para descifrar.
Los dos niños se fueron a casa e intentaron descifrar la primera pista del mapa. Que dice así: “Entre las dos colinas en el gran agujero negro se encuentra el primer trozo del verdadero mapa”. Los niños se dirigieron hacia las dos colinas mas grandes de la zona, una vez allí, empezaron a pensar que podía ser el gran agujero negro, al cabo de un rato uno de los niños encontró detrás de unos grandes árboles una cueva, encendieron una linterna y entraron allí se encontraba en el suelo de la cueva un pequeño trozo dorado con una inscripción tallada pero no estaba completo aun le faltaban un par de trozos mas; salieron de la cueva. En el momento callo una avalancha de piedras sobre la entrada.
Los chicos cogieron otra vez el mapa y leyeron la siguiente pista que decía así: “En el viejo trono de honor se encuentra la siguiente inscripción”.
Tras darle vueltas y vueltas uno de los niños pensó que el viejo trono de honor se podía encontrar en las viejas ruinas; y así fue una vez llegaron a las antiguas ruinas buscaron el asiento del rey y justo en el reposa brazos se encontraba uno de los trozos de la inscripción.
Los dos chicos se dieron cuenta enseguida que aún no estaba completa la inscripción. Uno de los muchachos leyó en voz alta la ultima pista del mapa que ponía: “Si el ultimo trozo queréis encontrar en la x que hacen los grandes árboles tendréis que escarbar pero mucho cuidado que la gran catarata se os podrá llevar”.
Los niños fueron corriendo a la gran cascada del pueblo una vez allí buscaron los dos árboles mas grandes que había en los alrededores, la sombra de los dos árboles marcaba una x en el suelo, los dos chicos cavaron y cavaron hasta que encontraron el ultimo trozo de la inscripción. Juntaron los tres trozos que habían encontrado gracias a las pistas del mapa.
La inscripción decía así: “Si el tesoro queréis encontrar en el tenebroso castillo tendréis que buscar”.
Los niños se quedaron un instante pensando y recordaron que en la cima del pico Espadan hay un castillo pero en él que los padres de los jóvenes les habían prohibido la entrada, pero los niños desobedecieron a sus padres y fueron.
Cuando llegaron al castillo no se atrevieron a entrar pero a pesar de sus miedos abrieron la gran puerta chirriante, en el castillo solo había una habitación pero la puerta estaba atascada, los chicos miraron a su alrededor y vieron una inscripción en la pared justo encima de un pequeño agujero que decía así: “Dejad aquí la inscripción y la puerta se abrirá”. Los niños dejaron la inscripción en el agujero, encajaba perfectamente. La puerta se abrió, los chicos entraron corriendo y... La puerta se cerro de un portazo y no se podía abrir y lo único que había en esa habitación era algo tapado con una sabana, los niños pensaron que era el tesoro. Una vez quitada la sabana uno de los niños dijo: - ¡ Esta aquí el tesoro! Los niños estaban muy contentos porque por su instinto habían conseguido el tesoro. Pero se les pasaba por alto que la puerta estaba cerrada.
Los niños se dieron cuenta pero uno de ellos encontró en esa habitación un ladrillo de otro color con unos dibujos inscritos en el, los niños introdujeron el ladrillo en la pared y apareció un pasadizo que llevaba fuera del castillo. Los chicos cogieron el tesoro y salieron fuera.
Unos minutos después empezó a temblar el castillo y de derrumbo.
Los niños ya a salvo volvieron a sus casas y le contaron toda su historia a sus padres.
Me gusta mucho este cuento, porque me recuerda a una historia muy importante para mi
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