EL pelocho y los 40 gariteros . Pablo Calvo

 Esta es la vida de un niño de siete años que se aburría en casa y  pensó…

 -¿Porqué no hago algo especial?, como… tirarme del balcón atado con  las sábanas, hacer submarinismo en la bañera o… ¡¡Rizarme el pelo!!

 Tras rizarse el pelo se fue al colegio. Allí todos se reían de él y le  decían cosas desagradables. Tras pasar unos días y después de muchos  motes pensó en quitarse los rizos, pero por arte de magia cambió de

idea porque de la boca de su amigo salió un mote que le gustó mucho  “PELOCHO”. A partir de ese día, en el colegio, los niños en vez de  reírse de él se reían con él. Mejoró en las notas, las amistades y los  ligues. Un día con su pandilla, dando un paseo se le ocurrió buscar un  garito. Tardaron mucho tiempo enencontrarlo pero al final vieron uno  perfecto.

 Al principio eran pocos pero como se llevaban muy bien con bastante  gente se hicieron con un montón de gariteros ¡llegaron hasta 40!

 Cuando se fueron haciendo mayores empezaron a consumir drogas y  tanta droga no era buena. Empezaron a caer como moscas. Solo quedó  Pelocho.

 Pelocho se sentía solo, no tenía amigos y pensó en salir a buscar nuevas compañías. Pero para ello necesitaba cambiar de vida. De la ciudad donde vivía decidió desaparecer. Se fue al pueblo de sus

abuelos y allí encontró lo que necesitaba, nueva gente. Gente que le  bayudó a olvidar esa vida que llevó a la muerte a sus amigos. Pelocho  volvió a juntar a los 40 gariteros pero eran diferentes, gente sana.

Cuando se hizo anciano empezó a recordar buenos y malos momentos

con sus amigotes, empezó a recordar los recuerdos buenos con sus amigos sanos en pueblo de sus abuelos, después le vino a la cabeza  cuando se fumó su primer pitillo, quería volver a recordar cómo  era aquella sensación y de un cajón olvidado sacó un cigarro y tras  encendérselo le dio una calada. Pasaron unos momentos… y al segundo  los pulmones tan negros que los tenía de su futuro le estallaron y al

instante falleció.

 Así que aprender de la lección de Pelocho y no fuméis ni consumáis  drogas ni nada que sea malo.