En un pueblo de Cantabria vivía una familia de ricos, tenían un hijo y una hija, el hijo era el mayor, se llamaba Adrián, la hija se llamaba María, a Adrián no le hacían mucho caso, a él le gustaban los videojuegos, tenía pocos amigos y los que tenia eran menores que él. Adrián tenía miedo a muchas cosas, entre ellas a su hermana, como sus padres le hacían más caso a su hermana que a él siempre estaba reprochándole todo lo que le daban sus padres y a él no. A él le gustaba mucho el algodón de azúcar, así que un día se fue a una pastelería, porque quería hacerles un regalo a sus padres para ver si le hacían mas caso, allí conoció a una chica muy simpática, ella era tímida como Adrián, tenían muchas cosas en común y se hicieron amigos. A los pocos días invito a su amiga a casa, a sus padres no les parecía bien que se vieran porque ella no era de su nivel, pero ellos seguían viéndose en la pastelería.
Un día estaban dentro de la pastelería y encontraron un pasadizo era oscuro, daba miedo ya que tenía muchos esqueletos, pero llegaron al final, encontraron una puerta, la abrieron y allí había un país de algodón de azúcar, chucherías, pasteles, chocolate… A los niños les encanto pero acordaron no decírselo a nadie, sería su lugar secreto, fueron a explorarlo y les gusto mucho, pero no pudieron verlo entero, porque la pastelera les llamaba. Al día siguiente cuando Adrián llego a la pastelería, le dijo a su amiga:
- Sandra,¿Vamos dentro? Ella respondió:
- Sí, vamos.
Fueron por el pasadizo, entraron en el país, y Sandra le dijo a Adrián:
-¿Le ponemos un nombre?
El respondió: -Si, ¿Qué te parece “El país de los sueños”?
- Me encanta. Dijo ella.
- Pues así lo llamaremos, pero no debemos contarle esto a nadie, ¿Vale?
- Vale, será nuestro secreto.
Cuando decidieron el nombre, fueron a explorar y a ver todo el país, llevaban dando vueltas una hora, y todo lo que venían era lo mismo pero cada vez las cosas eran más pequeñas y se dieron cuenta de que el país tenia forma de huracán, pero no era peligroso y además no te dabas cuenta de que bajabas para abajo. Llegaron a una montaña gigante, era de bizcocho, y decidieron subirla. Al otro lado de la montaña había un mar, y a lo lejos se veía una isla, y Adrián le dijo a Sandra que le gustaría ver esa isla y Sandra le dijo que también querría así que intentaron llegar hasta allí. A la orilla del mar habían unas barcas y decidieron coger una, a la que llegaron a la isla vieron que tenia habitantes y le preguntaron que como se llamaba la isla pero ellos no respondían, se iban corriendo y se escondían detrás de las rocas.
Sandra tenía que irse ya a casa y Adrián también y quedaron para el día siguiente. Cuando Adrián llego a casa su hermana le dijo mira Adrián los papas me han comprado unas zapatillas muy caras y a ti no te han comprado nada, ja ja. El quería contarle el secreto para que se callara y viera que el también era feliz y no le hacia falta que sus padres le compraran cosas, el tenia una cosa que ella no tenia, amigos, aun que solo fuera una, tenia, no como ella que no tenia, pero no quería decirle porque Sandra se enfadaría y se callo.
Al día siguiente cuando Adrián llego a la pastelería Sandra estaba esperándolo para ir al país de los sueños, fueron a visitar la isla otra vez, pero los habitantes les tenían miedo, ellos tenían aspecto de osito de peluche rosa, y eran blanditos. Pero les tenían miedo a Sandra y a Adrián, ellos también tuvieron miedo porque eran las cuatro en punto de la tarde y todos se pusieron a mirar hacia el país de los sueños, así que los niños se fueron.
A la que estuvieron otra vez en el país de los sueño fueron a visitar un castillo que había en lo alto del huracán, allí había un ordenador, que era el que hacia que pasaran cosas en el país de los sueños, hacia que hiciera sol o que lloviera, y los niños fueron a verlo, tocaron varias teclas y por tocar las teclas hicieron que el algodón de azúcar se convirtiera en fuego, se asustaron un montón, intentaron arreglarlo pero no pudieron, ya era demasiado tarde. Los niños decidieron irse de allí y volver al día siguiente para ver si se había ido o si estaba peor.
Al día siguiente cuando llegaron estaba todo igual, pero ya no era el país de los sueños, era el país de las pesadillas, porque había todo lo que a los niños les daba miedo.
Adrián pensó en no volver allí, pero Sandra le dijo que tenían que arreglar lo que habían hecho porque no estaba bien. Pensaron un plan; sin embargo era muy difícil de conseguir ya que necesitaban material que no podrían conseguir. Durante todo ese día intentaron conseguir lo que pudieron. Se hico de noche y tenían que irse a casa. Adrián llego a su casa, ceno y se fue a dormir. Mientras dormía tubo un sueño, era lo que iba a pasar al día siguiente, y Sandra iba a tener un accidente, así que pensó en llamar a Sandra para contárselo y que no fueran, pero Sandra no le creyó porque el desde un principio no quería volver allí y le dijo que eso lo estaba haciendo para que no fueran, pero ella quería ir, así que al día siguiente ella iba a ir, fuera Adrián o no fuera.
Cuando llegaron allí al día siguiente, entraron al País de las Pesadillas, y justo Sandra tubo un accidente. Se estaba formando un agujero en el suelo y Sandra callo dentro. Por el susto Adrián tubo un sobresalto y se despertó,¡Todo aquello había sido un sueño! A Adrián le hubiera gustado que hubiera pasado en la realidad, así que fue a la pastelería, pero esa pastelería no existía. Se decepciono muchísimo. Había sido feliz durante una noche, pero había parecido que hubieran sido días y días, y había tenido una amiga que había confiado en el, y que no se reía de el. Porque él no tenia amigos, había soñado todo desde el principio, había soñado como hubiera sido su vida perfecta.
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